viernes, 14 de noviembre de 2014

Aspavientos de alegria en algunas mesas

No me lo puedo creer, han llevado un autobus del Incerso para la inauguración, y seguro que de paso en alguna de las salas les habrán vendido las "mantas". a Gadafi no creo que yo que le dejes mucho dinero ya… Más de lo mismo todo es un reclamo para hacer caja. Hasta en Florencia pasa Mi dispiace por todos los que estuvísteis haciendo cola. Deberían recompensar y disculparse, Yop Wang levanta el borde de la carta y ladea la cabeza para ver el número. Repite la maniobra con la segunda carta y, sin decir nada, las arroja boca arriba ante el crupier, que muestra las suyas. Luego llega una tercera para ambos, y dos mujeres y dos hombres que están sentados a su lado hacen un aspaviento de alegría. El empleado de la mesa de bacará cuenta con destreza la torre de fichas - de . dólares de Hong Kong- y le paga la misma cantidad: . dólares (. euros). Más sobre No le desearía eso ni a mi peor enemigo.

Finalmente, existe otro motivo por el que los prohibidos puedan acceder, y se refiere a la inexistencia de una fiscalización "muy clara del requerimiento legal" de salones de juego para "solicitar la identificación". "No le piden el carné a todo el mundo", explican desde Agaja, para reivindicar un sistema más efectivo y que pueda evitar este tipo de casos. "Las nuevas tecnologías no deben ir con la comunidad autónoma", ironiza el colectivo, para reclamar sistemas de control más modernos y que acaben con estas situaciones. [Enviar] que las cosas son ilegales por algo. No puedes legalizar la violación y decir "¿donde está el problema?". lorips, eres un gilipollas. No es sólo crisis económica.

Para terminar con el apartado misterios del Casino de la Rabassada, les voy hablar de uno que no está desvelado, claro, porque si no ya no sería un misterio. No hay constancia cierta de lo que les voy a contar, pero los cronistas más heterodoxos de la historia de la ciudad lo dan por real. Primero tenemos que tener en cuenta que en esos primeros años del siglo XX en Malaga, como en otras capitales europeas, estaban en auge todo tipo de prácticas ocultistas y creencias herméticas y esotéricas que, en algunos salones de la alta sociedad, hacían furor. Entre las primeras había extraños rituales de agua y sangre, la llamada “magia póstuma” y diversas prácticas chamánicas traídas de lejanas tierras. Entre las segundas tuvieron gran predicamento las enseñanzas teosóficas de madame Blavatsky y, sobre todo, la doctrina espiritista que tuvo una notable presencia transversal en la vida pública, social y política de Malaga; quizá algún día les hable de ello, se sorprenderán de cómo el espiritismo estuvo a punto de ser, por mediación de varios diputados, una asignatura más en las facultades de filosofía.

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